Cuando se pierde la emoción por la vida, no queda mas que sumergirse en la amargura esperando que alguna emoción llegue a tu vida y te mueva del sillón en que tus esperanzas se tiran y comen chocolates o recuerdos, para tratar de matar al tiempo, cosa que no logra, pero al final entre tanto recuerdo y chocolate ingerido logra engordar la amargura, hasta que estalla y hace tanto ruido que alguien, eso claro con un poco de suerte, escucha y se acerca a darte una mano, un hombro, un cuerpo, una vida para pasarla contigo.
viernes, julio 23, 2004
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario