El cuarto estaba vació, entraba una brisa casi congelante por los espacios entre la madera, la sensación de frió era solo percibida por Fernanda, quien sentada en aquel viejo sofá de la abuela esperaba noticias.

Unos días antes Andrea y fernanda habían bajado al pueblo por suministros, casi nunca andaban juntas, pero ese día Andrea estaba particularmente aburrida en casa, y como eso de andar sola no le agradaba, le pidió a su hermana que fuera con ella, aunque a esas alturas era mas una orden, y para Fernanda una buen excusa para sacarse de los quehaceres de casa, las dos caminaron por el pueblo, comprando chucherias, y decidieron volver hasta que el dinero se terminara, lo cual no les daría mucho tiempo, antes de llegar a casa pasaron a casa de la abuela, para mostrar lo que había comprado, y cumplir con una obligación familiar, para variar la conversación se comenzó a tornar peligrosa, hablar con la abuela era hablar de temas superficiales, para no hablar de los complejos, en los cuales las hermanas compartían la fascinación por la herejía, y el pensamiento lógico, asi que ya con experiencia previa trataron de darle fin al tema, no sin antes escuchar la opinión de Fernanda sobre que a ella lo que le daba miedo de la muerte era ser comida por los gusanos que nacen desde el interior del cuerpo. La despedida se dio casi de inmediato, ya era tarde y era necesario caminar un tramo acompañadas las dos chicas solo de la bendición de la abuela.

continuara....